miércoles, 22 de septiembre de 2010

Grande por su gente, fuerte por su espíritu: la UNAM

Es lunes, el día más pesado de la semana, después de recorrer los reglamentarios diez minutos para llegar a la estación mas cercana del Sistema de Transporte Colectivo y abordar el mejor conocido metro, me encuentro con el pan del cada día que todos los capitalinos nos tenemos que enfrentar por las mañanas y por las noches a las bien llamadas horas pico.

100_0575Tras poder subir al vagón naranja, es todo un viaje el que se hace al estar en el, y no solo porque lo llevan a uno de un punto a otro, si no por lo que toca vivir en el. Para empezar es un triunfo subir y abrirse un pequeño espacio entre las veintenas de almas apiladas con el objetivo común de llegar a los centros de trabajo, y eso si lo mas a tiempo que sea posible.

Después aguántese los gritos de los vendedores “llévelo, llévelo la golosina de novedad de chicos y grandes” y todavía uno les tiene que dar el paso a pesar de las circunstancias de sobrecupo si no se enojan. Sin olvidar además a los que han diseñado en sus mochilas el equipamiento de un sistema de sonido para vender discos al ritmo de cumbias con un volumen estruendoso. Y a eso agréguele usted que los niños vengan llorando o que alguien ya se enojo con el de a lado y que calor hace, los ventiladores resultan insuficientes. Carajo, que complicada es la vida aquí.

100_0573Mas tarde que temprano por fin se vislumbra poco a poco la salida del subterráneo, indicando que hemos llegado a la terminal de la línea. Al salir de la estación se erige orgullosa la Ciudad Universitaria y no es por nada, pero se siente bien bonito verla desde lejos, pues conserva el último de los pulmones de esta caótica ciudad: la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel. Decretada por la rectoría de la Universidad a petición (en realidad fue tras una larga e intensa movilización)de los estudiantes e investigadores de la Facultad de Ciencias lo recibe como un remanso en medio de la capa gris que envuelve el paisaje ya natural del DF.

100_0566

Hoy en la clase de Orgánica vamos a ocupar un aparato llamado rota vapor, el cual hace un destilado casi puro de las sustancias a separar y en un tiempo insuperable a como tradicionalmente se hace. Es una maravilla este laboratorio tiene lo suficiente para hacer prácticas de la mejor calidad, lástima que en ocasiones el presupuesto no alcanza para comprar ciertos reactivos y es necesario dejar pasar la oportunidad de usar el equipo que no es por presumir, pero con mucho esfuerzo la Facultad ha adquirido y que difícilmente en otro centro de trabajo lo puede ver siquiera uno.

Los laboratorios de plantas son todo un deleite y disfrute para el conocimiento, tienen muestras fijadas bien bonitas y de esas raras de poder colectar y unos microscopios que qué barbaros enfocan hasta lo mas finito en el detalle de los cortes anatómicos. Y los de animales no se quedan atrás, en esos da mucho gusto de la mano del profesor aprender lo que los hace íntimamente diferentes a unos de otros.

Hay otras clases que son mas que de ver, escuchar (las llamadas teóricas) y tienen su mucha importancia, pues se comprende lo que uno hace en el campo y lo que se observa en el laboratorio. Pero no solo eso, la libertad de cátedra es indiscutible e insuperable: no es que hablen de cosas prohibidas los maestros o que se la pasen haciendo críticas, no. La cosa es que no hay censuras para hablar las cosas como son, y aunque usted no lo crea en otros lugares si las hay y que porque a alguien no le gusto que hablaran de cierto tema o porque sencillamente están en contra y les enoja que se toquen lo que no le100_0574s gusta entonces como pagan dinero en esas escuelas pues se sienten con derecho y llaman a la censura para callar lo que quieran. Aquí no y si de algo se distingue esta Universidad es de la pluralidad y respeto de las ideas y opiniones. Cosa por lo que es atacada, pero es de aquellos que no entienden de eso y se muestran intransigentes hasta con la vida misma.

Mañana me toca ir al Instituto de Biología, y allí el ambiente aun que es de mas investigación, no difiere mucho del de la Facultad. Aquí es un deleite recibir la instrucción de los doctores, como el caso de la Dra. Leia, cactologa por vocación a quién la Universidad abrió sus puertas tras su exilio por la tiranía militar en su país de origen. La escucho y valoro el gran valor ético y profesional con que los docentes se van y nos van formando en las aulas. Es cierto que la situación política y social de México están convulsionantes, pero en la academia se trata de dar lo mejor y de la mejor manera, pues como nos dice la Dra. Leia, tenemos una deuda con la sociedad que es la que hace realidad el proyecto de esta casa de estudios.

100_0571

Ya comienza a caer la tarde y las clases poco a poco van llegando a su termino, aunque no todas pues algunas son necesarias para los alumnos que trabajan, voy rumbo a la Biblioteca Central y a mi paso veo como algunos están ya jugando futbol, otros mas echando novio. Entre Medicina y Derecho no faltan los grupos reunidos al rededor de la guitarra para entonar en veces canciones de amor y otras de pura pachanga. Recuerdo que en el CCH así es también el ambiente, porque lo que tiene esta universidad, es que no solo forma en las aulas, si no también en los pasillos y jardineras. Ya es de cada quién seguir el camino que quiera. Esa es la tan cuestionada por el imaginario colectivo libertad que nos dan aquí, pero una cosa es cierta y evidente: el que egresa lo hace con un sentido de responsabilidad y cierto compromiso social.

Que rápido se fue la semana, estamos en la explanada de rectoría y me 100_0577pongo a pensar de que a pesar de lo duro que me resulta llegar a CU, de escuchar lo mal que esta caminando nuestro país, platico con Ernesto mi amigo y en algo llegamos a estar de acuerdo y que nos pone contentos: la UNAM nos da esperanza, transmitida en el conocimiento, en la difusión cultural, en sus espacios desde donde observamos como el rojo vespertino envuelve a los volcanes señores del Anáhuac y de los rincones se escuchan ecos coreando un goya. Porque:

“Por mi raza hablara el espíritu”

escudo unam

No hay comentarios:

Publicar un comentario